Esta mentira (que los Kirchner enaltecen) fue en realidad elaborada como un relato que permitió a terroristas blanquear sus crímenes de guerra sucia e insertarse legítimamente en el poder político.
Tras iniciar su tercera presidencia el Gral. Juan D Perón falleció el 1º de julio de 1974, siendo sucedido por su esposa y vicepresidenta María Estela Martínez de Perón.
Esto ocurrió en un contexto de profunda crisis económica y política, acompañada por atentados guerrilleros.
El gobierno solicitó la intervención de las FFAA. El 24 de marzo de 1976, se hizo cargo del poder un gobierno cívico-militar. El objetivo principal, fue poner fin a la subversión representada por las dos principales organizaciones terroristas que asolaban al país: ERP y Montoneros.
Hoy la historia oficializada por los derrotados "de izquierda" ha desdibujado la verdad en la opinión pública mediante una campaña iniciada en el año 1984, donde se desvirtúa lo ocurrido durante el lapso de 1969 a 1976 previos al Proceso de Reconstrucción Nacional.
Esta mentira (que los Kirchner enaltecen) fue en realidad elaborada como un relato que permitió a terroristas blanquear sus crímenes de guerra sucia e insertarse legítimamente en el poder político.
Los criminales han sido victimizados y sus víctimas civiles y militares criminalizadas.
El revisionismo fragmentario y arbitrario, otorga su aporte a la deformación histórica, incrementando la brecha que separa los verdaderos acontecimientos, del discurso político en beneficio de un grupo (mal llamado) de “jóvenes idealistas”.
El 24 de marzo se conmemora “Día de la memoria por la verdad y la justicia” tomando el período posterior a 1976.
La Democracia Argentina, y entidades de Derechos Humanos, desconocen a los desaparecidos en democracia.
Realizado una mirada retrospectiva, la Argentina fue testigo de una guerra revolucionaria dentro del marco de la “Guerra Fría”, el conflicto que protagonizaron EE.UU y la URSS.
Distintos grupos guerrilleros, financiados desde el bloque comunista, comenzaron a operar en nuestro continente desde principios de los `50.
En Argentina, lo hicieron a partir de 1956, acentuando sus ataques en 1960.
Algunas de estas organizaciones terroristas:
EGP. Ejército Guerrillero del Pueblo.
Una de las primeras organizaciones guerrilleras argentinas, organizada por el periodista Jorge Masetti, inspirada en el foquismo del “Che” Guevara.
FAR. Fuerzas Armadas Revolucionarias de origen marxista, hizo su aparición pública a comienzos de 1970.
A fines de 1973 se fusionó con Montoneros.
Fusión (FAR y Montoneros). Proceso de integración, en 1973, de las organizaciones guerrilleras Montoneros y Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Montoneros. Organización guerrillera surgida en 1970 del integrismo católico-nacionalista y autodefinida como peronista.
En 1973 se fusionó con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
PRT-ERP. El Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) surgió en 1970 como brazo armado del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), partido trotskista, fundado en 1965, que propiciaba la lucha armada para la toma del poder.
Liderado por Mario R. Santucho, el PRT-ERP impulsó un foco guerrillero en Tucumán.
Mientras Montoneros se dedicaba al secuestro y combate en las ciudades, el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), se asentaba principalmente en la provincia de Tucumán, siguiendo las instrucciones la teoría foquista del che Guevara.
El objetivo principal del ERP era establecer en la provincia una “zona liberada”, es decir, separarla del Estado argentino y pedir reconocimiento internacional de Tucumán como Estado independiente.
Los objetivos reales del terrorismo guerrillero de los 70, fueron: La toma de poder en Argentina, para imponer por la fuerza sus ideas marxistas-leninistas, creando un polo comunista en Sudamérica, en un país rico en recursos naturales y de extenso territorio, afín a las expectativas de Rusia.
Entre el 25 de mayo de 1973 y el 23 de marzo de 1976 se produjeron más de 6500 atentados superando los 2000 por año, 180 por mes, 6 por día, 1 atentado cada 4 horas.
Entre 1969-1979 el Ejército Argentino tuvo 127 bajas mortales, aunque en el Colegio Militar de la Nación esté prohibido mencionar aquella guerra a los cadetes.
Buques, aviones y cuarteles de las Fuerzas Armadas fueron atacados por fuerzas insurgentes.
Más de 755 civiles, militares y policías fueron asesinados por las izquierdas terroristas.
La memoria es un terreno de confusión, en tanto le asignemos a aquellos años diferentes visiones y posturas, más aún si son tendientes a la victimización de un solo sector, en forma parcial y siempre politizando e imponiendo ideas particulares.
Muchos se ampararon en Derechos Humanos, organismo copado por ex terroristas o simpatizantes de la guerrilla, que ven el pasado en forma parcial, como en el presente, convenientemente parciales, en tanto no hay justicia completa.
En Argentina, no existen las garantías constitucionales y ni los derechos humanos como mecanismos de justicia.
Estrella Argentina
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